Para Cristo, la resurrección fue su justificación, adopción, santificación y glorificación.
El primer capítulo de Jonás relata tres bajadas, tres lanzamientos y tres sustos.
Entre el Credo de Atanasio y el Catecismo de Ginebra pasó todo un milenio, resumido en este episodio.
Después de notar que tan poco el pueblo había logrado, Dios lo reanimó con su presencia.