El día del Señor será no solo una destrucción universal sino también una renovación universal.
Tanto la fe como el arrepentimiento son necesarios y al mismo tiempo acciones humanas y regalos de Dios.
La aparente demora de Jesús en regresar no es un problema para los cristianos sino una oportunidad.
Sin sutileza alguna, Pablo empezó esta carta con una fuerte reprensión, porque los Gálatas se habían desviado del único evangelio para creer otro evangelio...