El día del Señor será no solo una destrucción universal sino también una renovación universal.
El ser humano es una unidad que es esencialmente cuerpo y alma (o espíritu).
Difícilmente un esclavo liberado buscaría volver a la esclavitud, pero es común cambiar una religión esclavizante por otra.
Además de la palabra, los sacramentos son medios de gracia.