Preocupados por la fe de los tesalonicenses en medio de aflicciones, los misioneros enviaron a Timoteo para animarlos y para ver cómo estaban.
Por medio del profeta Hageo Dios cuestionó las prioridades de su pueblo.
Los cristianos siempre se han aconsejado, pero recientemente la consejería bíblica se ha vuelto una profesión especializada.
Como hijos del día, tenemos que vivir en una forma alerta y sobria, armados de fe, amor y esperanza.