Al recibir buenas noticias de los tesalonicenses, los misioneros volvieron a vivir.
Además de los atributos incomunicables que solo Dios posee, hay atributos comunicables que él comparte en una medida menos con los seres humanos.
Además de la justificación, los que confían en Cristo reciben la adopción como hijos, y son la descendencia de Abraham y herederos de Dios.
Tanto la fe como el arrepentimiento son necesarios y al mismo tiempo acciones humanas y regalos de Dios.