Al recibir buenas noticias de los tesalonicenses, los misioneros volvieron a vivir.
La profecía de Hageo terminó con una promesa de restaurar el linaje del Rey David.
En contraste con teorías subjetivas sobre la muerte de Cristo, la Biblia enfatiza que objectivamente logró la salvación de los suyos.
El Catecismo de Heidelberg sigue siendo uno de los más queridos entre cristianos reformados por su calidez y sensibilidad pastoral.