No importando cuánto hayamos avanzado en la vida cristiana, siempre podemos crecer más y más.
Como muchos creyentes, el profeta Habacuc preguntó sobre la maldad en su nación.
El profeta terminó su libro anunciando su plan de alegrarse en Dios aunque llegara la calamidad.
Los cristianos pueden estar seguros de su elección y de su entrada en el reino eterno de Cristo.