Dios nos ha concedido todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana y tener comunión con él.
Nuestra confesión de fe provee la primera razón por mantener la esperanza cuando otros cristianos mueren.
Aunque no fue escrito por Atanasio, el credo que lleva su nombre declara la cristología que uno tiene que creer para ser salvo.
Como advertencia para los falsos maestros y consuelo para los cristianos, Pedro demostró que el Señor sabe juzgar y rescatar.