Después de una introducción a la carta de 2 Pedro, este primer episodio se enfoca en la presentación de Cristo como Dios y Salvador.
Este episodio repasa unos temas de interés especial en la segunda mitad de la Segunda Confesión Helvética.
Como hijos del día, tenemos que vivir en una forma alerta y sobria, armados de fe, amor y esperanza.
El profeta terminó su libro anunciando su plan de alegrarse en Dios aunque llegara la calamidad.