La profecía de Hageo terminó con una promesa de restaurar el linaje del Rey David.
Entre el Credo de Atanasio y el Catecismo de Ginebra pasó todo un milenio, resumido en este episodio.
La justificación tiene dos aspectos: el perdón de los pecados y la imputación de la justicia de Cristo.
Una palabra del Señor reveló el orden de los eventos que sucederán cuando él venga.