No sólo murió y resucitó Cristo por los cristianos sino también los cristianos morimos y resucitamos con Cristo. El resultado de morir y resucitar con Cristo es toda una nueva vida animada por Cristo viviendo en nosotros.
Mientras la Moabita Rut demostró fe y amor, su suegra israelita Noemí expresó amargura, porque consideró que Dios estaba en su contra.
Entre el Credo de Atanasio y el Catecismo de Ginebra pasó todo un milenio, resumido en este episodio.
Además de la palabra, los sacramentos son medios de gracia.