El primer pacto en esta serie "Entre Dios y su pueblo" se encuentra promulgado en Génesis 2:16-17. Se llama el pacto de obras o el pacto de vida, porque el resultado dependía de las obras de los seres humanos, y lo que estaba en juego era la vida. Como los primeros seres humanos no aprobaron la prueba, cayeron en muerte y condenación. Sin embargo, no desapareció el pacto de obras, sino que Cristo lo aprobó por medio de sus obras para dar vida a su pueblo.
En la conclusión de su carta, Pedro nos insta a crecer en gracia y en conocimiento del Señor.
Tanto la fe como el arrepentimiento son necesarios y al mismo tiempo acciones humanas y regalos de Dios.
Los capítulos 6 al 9 de la Confesión fluyen lógica y teológicamente del pecado al pacto y luego a Cristo y al libre albedrío...