El primer pacto en esta serie "Entre Dios y su pueblo" se encuentra promulgado en Génesis 2:16-17. Se llama el pacto de obras o el pacto de vida, porque el resultado dependía de las obras de los seres humanos, y lo que estaba en juego era la vida. Como los primeros seres humanos no aprobaron la prueba, cayeron en muerte y condenación. Sin embargo, no desapareció el pacto de obras, sino que Cristo lo aprobó por medio de sus obras para dar vida a su pueblo.
El Credo de los Apóstoles fue un desarrallo posterior del Antiguo Credo Romano.
En los dos testamentos la justificación es la declaración de justicia ante la autoridad legal.
El Credo de Calcedonia se enfoca en la cristología, rechazando varias herejías para confirmar la fe nicena.