En cuanto la manera de estar bien con Dios, hay dos sistemas incompatibles: el de hacer y el de creer. En Gálatas 3:10-14, Pablo analizó estos sistemas, descartando uno y afirmando el otro.
El reformador Juan Knox y otros cinco ministros escribieron la primera confesión de la Iglesia de Escocia: la Confesión Escocesa.
Como muchos creyentes, el profeta Habacuc preguntó sobre la maldad en su nación.
Juan Calvino escribió una breve introducción a su teología, la cual después convirtió en el Catecismo de Ginebra.