Dos pruebas de la doctrina de justificación por sola fe son la misma experiencia de los Gálatas y el ejemplo de Abraham.
Otra manifestación del fruto del Espíritu es la generosidad de los cristianos hacia los maestros de la palabra de Dios.
El principal medio de gracia es la palabra de Dios predicada.
En los Salmos las naciones no sólo observan la gloria de Dios en Israel sino también son invitadas a alabarlo y servirlo.