Lejos de inventar las historias de Jesús, los apóstoles las vivieron, viendo y escuchando lo que nos reportaron.
El ser humano es una unidad que es esencialmente cuerpo y alma (o espíritu).
Siempre ha habido breves declaraciones de fe, las cuales anticiparon los credos de la iglesia.
Todos los beneficios de la redención se realizan en la glorificación.