Aunque fue la cosa más vergonzosa para Pablo, él frecuentemente mencionó que había sido perseguidor de la iglesia, y lo hizo para demostrar cuán grande es la gracia de Dios. Si Dios pudo salvar a Pablo, puede salvar a cualquiera.
Después de escuchar el plan de Dios, el profeta Habacuc se atrevió a decirle a Dios que no debía hacer eso.
Los cristianos pueden estar seguros de su elección y de su entrada en el reino eterno de Cristo.
Para entender el pecado bíblicamente, tenemos que definirlo con referencia a la ley de Dios.