En su efusivo agradecimiento por la iglesia en Tesalónica, los autores describieron una iglesia digna de ser imitada.
Mucho aprendizaje es una cuestión de recordar las verdades que ya sabemos.
Las señales del fin tienen el propósito de mantenernos siempre preparados.
La imagen de Dios no es un aspecto de Dios o del ser humano sino el ser humano mismo.