El primer credo declarativo acarca del cual tenemos conocimiento fue el Antiguo Credo Romano.
Amenazados por la falsa enseñanza los cristianos tenemos que mantenernos firmes en la enseñanza apostólica y seguir creyendo la verdad.
Producto de la reforma en Suiza, la Segunda Confesión Helvética es una de las más amplias y populares de las confesiones reformadas.
Dios Padre levantó a Cristo corporalmente por el poder del Espíritu Santo.