El primer credo declarativo acarca del cual tenemos conocimiento fue el Antiguo Credo Romano.
Los padres de la iglesia llamados los polemicistas suirgieron después de los apologistas para seguir desarrollando y defendiendo la teología cristiana.
Cinco lamentaciones burlonas anunciaron la destrucción del opresor.
Al usar el Antiguo Testamento ampliamente, el Nuevo Testamento nos demuestra principios de interpretación.