El Credo de los Apóstoles fue un desarrallo posterior del Antiguo Credo Romano.
Como respuesta a la amenaza del Arrianismo, el Concilio de Nicea formuló el Credo de Nicea.
Este episodio repasa unos temas de interés especial en la segunda mitad de la Segunda Confesión Helvética.
Las marcas de Jesús en el cuerpo de Pablo fueron evidencias de su fe y un reto para nosotros de vivir la nuestra.