Como respuesta a la amenaza del Arrianismo, el Concilio de Nicea formuló el Credo de Nicea.
Mucho aprendizaje es una cuestión de recordar las verdades que ya sabemos.
Los cristianos llegarán a la culminación de su salvación y llegarán perseverando en la gracia.
Los cristianos pueden estar seguros de su elección y de su entrada en el reino eterno de Cristo.