Como respuesta a la amenaza del Arrianismo, el Concilio de Nicea formuló el Credo de Nicea.
Mientras la Moabita Rut demostró fe y amor, su suegra israelita Noemí expresó amargura, porque consideró que Dios estaba en su contra.
Después de una introducción a la carta de 2 Pedro, este primer episodio se enfoca en la presentación de Cristo como Dios y Salvador.
No importanto cuánto hayamos avanzado en el amor, siempre hay lugar para amar más y más.