El credo que llamamos el Niceno probablemente fue una ampliación del Credo de Nicea realizada por el Concilio de Constantinopla.
En dos listas tenemos, por un lado, los resultados de vivir según la carne y, por el otro lado, de vivir según el Espíritu.
El primer credo declarativo acarca del cual tenemos conocimiento fue el Antiguo Credo Romano.
Después de escuchar el plan de Dios, el profeta Habacuc se atrevió a decirle a Dios que no debía hacer eso.