Aunque denuncian la maldad de las naciones, los profetas también proclamaron la eventual inclusión de las naciones en la salvación de Dios.
Aunque el Señor va a venir como ladrón en la noche, no sorprenderá a los que son del día y no de la noche.
El Catecismo de Heidelberg sigue siendo uno de los más queridos entre cristianos reformados por su calidez y sensibilidad pastoral.
La iglesia siempre es visible pero tiene aspectos invisibles desde nuestra perspectiva.