La historia nos enseña lecciones importantes sobre los costos, las bendiciones y el fin de las misiones.
                        
                    Como la promesa y la ley son distintas categorías y funcionan independientemente, la salvación tiene que ser o por promesa o por ley.
                        
                    El primero pecado de los primeros humanos hundió la raza human en el estado de pecado.
                        
                    Juan Calvino escribió una breve introducción a su teología, la cual después convirtió en el Catecismo de Ginebra.