Si los judíos no pueden ganar el favor de Dios por medio de obediencia a su ley, ¡cuánto más obvio es que los gentiles no pueden! Para los dos grupos, la única manera de ser justificados delante de Dios es por medio de la fe en Cristo.
Las marcas de Jesús en el cuerpo de Pablo fueron evidencias de su fe y un reto para nosotros de vivir la nuestra.
Dios prometió que la gloria posterior de su templo sería mayor que su gloria pasada.
La historia nos enseña lecciones importantes sobre los costos, las bendiciones y el fin de las misiones.