Después del matrimonio de Booz y Rut y el nacimiento de su bebé, ellos desaparecieron de la historia para dejar lugar a los dos actores principales.
Siendo hijos de Dios, los creyentes en Jesucristo disfrutan tres de los mismos privilegios que el Hijo de Dios tiene ante su Padre.
Además de los atributos incomunicables que solo Dios posee, hay atributos comunicables que él comparte en una medida menos con los seres humanos.
Dios convirtió pasitos de fe y de obediencia en una bendición enorme.