Por medio de una asututa conversación, Booz ganó el derecho de redimir un terreno de Noemí y de casarse con Rut.
Aunque Jonás había experimentado la misericordia de Dios, no quiso que Dios tuviera misericordia de los ninivitas.
Preocupados por la fe de los tesalonicenses en medio de aflicciones, los misioneros enviaron a Timoteo para animarlos y para ver cómo estaban.
Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.