En cumplimiento con su pacto con Abraham, Dios rescató a Israel de Egipto, constituyéndolo en una nueva nación. En el Monte Sinaí, promulgó y ratificó su pacto con esta nueva nación, dándole muchas leyes para gobernar su política, su adoración y su comportamiento. El pueblo repetidas veces reconoció lo bueno de obedecer la ley de Dios. Sin embargo, su incapacidad de hacerlo enfatizó la necesidad de perdón por medio de un sacrificio vicario.
La creación no solo es un hecho histórico y un artículo de fe sino también la fuente de toda una cosmovisión para la vida.
En su relación tempestuosa con los Gálatas, Pablo demostró las características de un verdadero ministro del evangelio.
En esta edición especial para Viernes Santo, Larry Trotter y el Ing Arturo Pérez alternan haciendo reflexiones breves sobre los siete dichos que Jesús...