En cumplimiento con su pacto con Abraham, Dios rescató a Israel de Egipto, constituyéndolo en una nueva nación. En el Monte Sinaí, promulgó y ratificó su pacto con esta nueva nación, dándole muchas leyes para gobernar su política, su adoración y su comportamiento. El pueblo repetidas veces reconoció lo bueno de obedecer la ley de Dios. Sin embargo, su incapacidad de hacerlo enfatizó la necesidad de perdón por medio de un sacrificio vicario.
Hay cinco categorías de textos en el Nuevo Testamento que enseñan la deidad de Cristo.
Como muchos creyentes, el profeta Habacuc preguntó sobre la maldad en su nación.
En el llamamiento interno o eficaz Dios nos persuade a arrepentirnos y creer en Cristo.