Dios prometió que la gloria posterior de su templo sería mayor que su gloria pasada.
Siempre ha habido breves declaraciones de fe, las cuales anticiparon los credos de la iglesia.
Además de la justificación, los que confían en Cristo reciben la adopción como hijos, y son la descendencia de Abraham y herederos de Dios.
El apóstol Pedro denunció los falsos maestros de su día, quienes negaron al Señor que nos compró.