El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.
La profecía de Hageo terminó con una promesa de restaurar el linaje del Rey David.
Cuando falsos maestros proclaman errores sobre la venida del Señor, los cristianos no debemos alarmarnos o dejarnos engañar.
Siendo hijos de Dios, los creyentes en Jesucristo disfrutan tres de los mismos privilegios que el Hijo de Dios tiene ante su Padre.