El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.
Dios prometió que la gloria posterior de su templo sería mayor que su gloria pasada.
Después de una introducción a la carta de 2 Pedro, este primer episodio se enfoca en la presentación de Cristo como Dios y Salvador.
La vida y la muerte de Cristo satisficieron los justos requisitos de la ley de Dios.