El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.
Dios prometió que la gloria posterior de su templo sería mayor que su gloria pasada.
Para Cristo, la resurrección fue su justificación, adopción, santificación y glorificación.
El ser humano es una unidad que es esencialmente cuerpo y alma (o espíritu).