El pueblo afirmó su amor por Dios, y Dios afirmó su presencia en medio de ellos.
Los estados finales de los ángeles y de los humanos son para la gloria de Dios.
Además de la justificación, los que confían en Cristo reciben la adopción como hijos, y son la descendencia de Abraham y herederos de Dios.
El primer capítulo de Jonás relata tres bajadas, tres lanzamientos y tres sustos.