La vida y la muerte de Cristo satisficieron los justos requisitos de la ley de Dios.
Nuestra confesión de fe provee la primera razón por mantener la esperanza cuando otros cristianos mueren.
No importando cuánto hayamos avanzado en la vida cristiana, siempre podemos crecer más y más.
Sorprendentemente, Dios dio una segunda oportunidad a Jonás de servirle como predicador, una gran muestra de su gracia no sólo hacia Jonás sino también...