La vida y la muerte de Cristo satisficieron los justos requisitos de la ley de Dios.
Diferentes denominaciones encuentran la esencia de la iglesia en la estructura, en la doctrina o en la expereriencia.
Como muchos creyentes, el profeta Habacuc preguntó sobre la maldad en su nación.
Lejos de inventar las historias de Jesús, los apóstoles las vivieron, viendo y escuchando lo que nos reportaron.