La vida y la muerte de Cristo satisficieron los justos requisitos de la ley de Dios.
Por medio de la adopción, Dios Padre nos otorga el mismo privilegio de ser hijos que Jesucristo disfruta.
Es posible sub-contextualizar y caer en el obscurantismo, o sobre-contextualizar y caer en el sincretismo.
Dios Padre levantó a Cristo corporalmente por el poder del Espíritu Santo.