Las marcas de Jesús en el cuerpo de Pablo fueron evidencias de su fe y un reto para nosotros de vivir la nuestra.
Tanto la fe como el arrepentimiento son necesarios y al mismo tiempo acciones humanas y regalos de Dios.
Los primeros versículos del libro de Rut describen un escenario lleno de devastación e ironía hasta que el Señor dio un rayo de esperanza.
Jesucristo cumplió los tres oficios del Antiguo Testamento: profeta, sacerdote y rey.