Jesucristo cumplió los tres oficios del Antiguo Testamento: profeta, sacerdote y rey.
Pablo y sus compañeros reconocieron que la iglesia en Tesalónica imitó las iglesias en Judea al ser fieles en medio de oposición.
Tanto la fe como el arrepentimiento son necesarios y al mismo tiempo acciones humanas y regalos de Dios.
El primero pecado de los primeros humanos hundió la raza human en el estado de pecado.