El juicio final evaluará y recompensará las obras de cada uno.
La Biblia es un libro enteramente humano y enteramente divino, así como es la persona de Jesuscristo.
La justificación tiene dos aspectos: el perdón de los pecados y la imputación de la justicia de Cristo.
Hubo varias persecuciones por parte del Imperio Romano contra los cristianos durante los siglos dos, tres y cuarto.