El juicio final evaluará y recompensará las obras de cada uno.
Además de la palabra, los sacramentos son medios de gracia.
Por medio de la adopción, Dios Padre nos otorga el mismo privilegio de ser hijos que Jesucristo disfruta.
No importando cuánto hayamos avanzado en la vida cristiana, siempre podemos crecer más y más.