Los estados finales de los ángeles y de los humanos son para la gloria de Dios.
Las instrucciones finales contienen consejo sobre cómo hablar y cómo escuchar para crecer en la fe.
En su relación tempestuosa con los Gálatas, Pablo demostró las características de un verdadero ministro del evangelio.
Aunque los Evangelios mantienen un enfoque en Israel, al mismo tiempo enfatizan el propósito de Jesús de extender su salvación a todas las naciones.