Todos los beneficios de la redención se realizan en la glorificación.
Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.
Interpretada a la luz del evangelio, una antigua historia revela quiénes son los verdaderos hijos no solo de Abraham sino también de Sara.
El apóstol Pedro denunció los falsos maestros de su día, quienes negaron al Señor que nos compró.