Como muchos creyentes, el profeta Habacuc preguntó sobre la maldad en su nación.
En el primer siglo, la iglesia expandió enormemente y sufrió sus primeras persecuciones.
La voluntad de Dios para los cristianos es nuestra santificación, particularmente en el área de la sexualidad.
Sin sutileza alguna, Pablo empezó esta carta con una fuerte reprensión, porque los Gálatas se habían desviado del único evangelio para creer otro evangelio...