Hay dos disciplinas relacionadas y complementarias: la teología bíblica y la teología sistemática. Las dos se enfocan en el conocimiento de Dios, pero sus principios organizadores son diferentes. La primera se organiza históricamente, mientras la segunda se organiza alrededor de temas.
Como respuesta a la amenaza del Arrianismo, el Concilio de Nicea formuló el Credo de Nicea.
El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.
Los antecedentes de los credos declarativos fueron los interrogativos - preguntas para los que iban a ser bautizados.