Hay dos disciplinas relacionadas y complementarias: la teología bíblica y la teología sistemática. Las dos se enfocan en el conocimiento de Dios, pero sus principios organizadores son diferentes. La primera se organiza históricamente, mientras la segunda se organiza alrededor de temas.
El reformador Juan Knox y otros cinco ministros escribieron la primera confesión de la Iglesia de Escocia: la Confesión Escocesa.
Pedro describió el carácter, los métodos y el fin de los falsos maestros para advertirnos del peligro de volver al lodo.
Producto de la reforma en Suiza, la Segunda Confesión Helvética es una de las más amplias y populares de las confesiones reformadas.