Aunque el texto no menciona la actividad de Dios, es claro que estuvo guiando las vidas de Rut y de Booz para que se encontraran.
Después de decirnos lo que Dios nos ha concedido, Pedro nos insta a aplicar toda diligencia para crecer en nuestra fe.
Además de los atributos incomunicables que solo Dios posee, hay atributos comunicables que él comparte en una medida menos con los seres humanos.
En su relación tempestuosa con los Gálatas, Pablo demostró las características de un verdadero ministro del evangelio.