Aunque el texto no menciona la actividad de Dios, es claro que estuvo guiando las vidas de Rut y de Booz para que se encontraran.
Todavía perseguidos, los tesalonicenses mostraron la evidencia de la gracia de Dios en sus vidas por medio de su fe y amor.
En contraste con teorías subjetivas sobre la muerte de Cristo, la Biblia enfatiza que objectivamente logró la salvación de los suyos.
En la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo para que nosotros fuéramos hechos también hijos de Dios por medio de la adopción.