Mientras la Moabita Rut demostró fe y amor, su suegra israelita Noemí expresó amargura, porque consideró que Dios estaba en su contra.
El juicio final evaluará y recompensará las obras de cada uno.
La vida y la muerte de Cristo satisficieron los justos requisitos de la ley de Dios.
El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.