El ser humano es una unidad que es esencialmente cuerpo y alma (o espíritu).
Las señales del fin tienen el propósito de mantenernos siempre preparados.
El credo que llamamos el Niceno probablemente fue una ampliación del Credo de Nicea realizada por el Concilio de Constantinopla.
Los cristianos siempre se han aconsejado, pero recientemente la consejería bíblica se ha vuelto una profesión especializada.