La imagen de Dios no es un aspecto de Dios o del ser humano sino el ser humano mismo.
La presencia del Espíritu Santo en el creyente transforma su manera de vivir, librándolo de andar según la carne para andar según el Espíritu.
La Biblia nos da pruebas para evaluar mensajes que se dicen de Dios y medios para crecer en nuestra fe.
La escatología individual incluye la muerte y el estado intermedio tanto del no creyente como del creyente.