La imagen de Dios no es un aspecto de Dios o del ser humano sino el ser humano mismo.
En respuesta a la primera queja de Habacuc, Dios anunció que haría una obra asombrosa.
Desde el vientre del pez, Jonás siguió orando, suplicando a Dios y haciendo un voto de agradecimiento por la salvación que es del Señor.
En la santificación el Espíritu Santo hace que los creyentes mueran al pecado y vivan para el Señor.