La imagen de Dios no es un aspecto de Dios o del ser humano sino el ser humano mismo.
El día del Señor será no solo una destrucción universal sino también una renovación universal.
Los dos estados de Cristo son su humillación y su exaltación.
Pedro describió el carácter, los métodos y el fin de los falsos maestros para advertirnos del peligro de volver al lodo.