En los dos testamentos la justificación es la declaración de justicia ante la autoridad legal.
                        
                    Aunque el Señor va a venir como ladrón en la noche, no sorprenderá a los que son del día y no de la noche.
                        
                    El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.
                        
                    Si la ley no abroga la promesa y no salva, ¿para qué la dio Dios? En Gálatas 3:19-25, Pablo da una respuesta a esta...