En los dos testamentos la justificación es la declaración de justicia ante la autoridad legal.
Como advertencia para los falsos maestros y consuelo para los cristianos, Pedro demostró que el Señor sabe juzgar y rescatar.
Los cristianos pueden estar seguros de su elección y de su entrada en el reino eterno de Cristo.
Aunque es cansado persistir en hacer el bien, existe la promesa de cosechar beneficio si no nos desmayamos.