En la conclusión de su carta, Pedro nos insta a crecer en gracia y en conocimiento del Señor.
Tanto la fe como el arrepentimiento son necesarios y al mismo tiempo acciones humanas y regalos de Dios.
El primer estado del ser humano fue de inocencia, el cual incluyó algunas instituciones fundamentales y una prueba especial.
Pablo y sus compañeros reconocieron que la iglesia en Tesalónica imitó las iglesias en Judea al ser fieles en medio de oposición.