Completando la demostración de lo bíblico de la doctrina de la Trinidad, este episodio cita textos que apoyan la deidad del Espíritu Santo y la personalidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Juan Calvino escribió una breve introducción a su teología, la cual después convirtió en el Catecismo de Ginebra.
El templo no pudo efectuar una limpieza adecuada sino que señaló el medio de limpieza definitiva que era por venir.
La séptima y última sección de la Confesión de Fe de Westminster cubre lo básico de la escatología.