Completando la demostración de lo bíblico de la doctrina de la Trinidad, este episodio cita textos que apoyan la deidad del Espíritu Santo y la personalidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
El Catecismo de Heidelberg sigue siendo uno de los más queridos entre cristianos reformados por su calidez y sensibilidad pastoral.
La profecía de Hageo terminó con una promesa de restaurar el linaje del Rey David.
El primer estado del ser humano fue de inocencia, el cual incluyó algunas instituciones fundamentales y una prueba especial.