Completando la demostración de lo bíblico de la doctrina de la Trinidad, este episodio cita textos que apoyan la deidad del Espíritu Santo y la personalidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Este episodio repasa unos temas de interés especial en la segunda mitad de la Segunda Confesión Helvética.
Después de decirnos lo que Dios nos ha concedido, Pedro nos insta a aplicar toda diligencia para crecer en nuestra fe.
En el llamamiento interno o eficaz Dios nos persuade a arrepentirnos y creer en Cristo.