En esta nueva serie que continúa con la teología sistemática, tocamos el tema de la teología en sí, es decir, la doctrina acerca del ser y las obras de Dios. Empezamos con la fascinante doctrina de la Trinidad.
En su efusivo agradecimiento por la iglesia en Tesalónica, los autores describieron una iglesia digna de ser imitada.
Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.
En la santificación el Espíritu Santo hace que los creyentes mueran al pecado y vivan para el Señor.