Después de escuchar el plan de Dios, el profeta Habacuc se atrevió a decirle a Dios que no debía hacer eso.
Entre el Credo de Atanasio y el Catecismo de Ginebra pasó todo un milenio, resumido en este episodio.
Los cristianos pueden estar seguros de su elección y de su entrada en el reino eterno de Cristo.
Este episodio repasa unos temas de interés especial en la segunda mitad de la Segunda Confesión Helvética.