Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.
Otra manifestación del fruto del Espíritu es la generosidad de los cristianos hacia los maestros de la palabra de Dios.
Durante un riesgoso encuentro nocturno, Rut se ofreció a Booz como esposa para redimir el linaje extinto de Elimelec.
En respuesta a la segunda queja del profeta, Dios anunció que el justo por su fe vivirá.