Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.
Los estados finales de los ángeles y de los humanos son para la gloria de Dios.
Hay cinco categorías de textos en el Nuevo Testamento que enseñan la deidad de Cristo.
El primer capítulo de Jonás relata tres bajadas, tres lanzamientos y tres sustos.