Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.
Aunque no fue escrito por Atanasio, el credo que lleva su nombre declara la cristología que uno tiene que creer para ser salvo.
La fe es el único y el apto instrumento de la justificación.
Los capítulos 6 al 9 de la Confesión fluyen lógica y teológicamente del pecado al pacto y luego a Cristo y al libre albedrío...