Aunque no fue escrito por Atanasio, el credo que lleva su nombre declara la cristología que uno tiene que creer para ser salvo.
La historia nos enseña lecciones importantes sobre los costos, las bendiciones y el fin de las misiones.
Juan Calvino escribió una breve introducción a su teología, la cual después convirtió en el Catecismo de Ginebra.
La séptima y última sección de la Confesión de Fe de Westminster cubre lo básico de la escatología.