La Cena del Señor es no sólo una conmemoración sino también comunión con Cristo.
El apóstol Pedro denunció los falsos maestros de su día, quienes negaron al Señor que nos compró.
Este episodio repasa unos temas de interés especial en la segunda mitad de la Segunda Confesión Helvética.
La presencia del Espíritu Santo en el creyente transforma su manera de vivir, librándolo de andar según la carne para andar según el Espíritu.