En la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo para que nosotros fuéramos hechos también hijos de Dios por medio de la adopción.
La escatología individual incluye la muerte y el estado intermedio tanto del no creyente como del creyente.
Cristo está a la diestra de Dios Padre, ejerciendo sus tres oficios de profeta, sacerdote y rey.
Como hijos del día, tenemos que vivir en una forma alerta y sobria, armados de fe, amor y esperanza.