En respuesta a la tercera amenaza al bienestar de la iglesia, los autores instaron a los tesalonicenses a trabajar diligentemente y a confiar en Cristo.
Los estados finales de los ángeles y de los humanos son para la gloria de Dios.
Aunque los Evangelios mantienen un enfoque en Israel, al mismo tiempo enfatizan el propósito de Jesús de extender su salvación a todas las naciones.
En los dos testamentos la justificación es la declaración de justicia ante la autoridad legal.